Conócenos

Góvel nace en 2021 de mi mano, una chica gallega de 25 años (ahora ya tengo unos cuantos más), la de las fotos que ves ahí arriba. Mi nombre es María y aquí vamos a hablar de la historia de Góvel, pero para ello es imprescindible que antes hablemos un poco de la mía, así que… ¡LET´S GO!

Como os decía antes, soy María y la gente que me conoce me define como una chica risueña, soñadora, despistada y loca por los perros. Toda mi vida he estado muy conectada con el mundo de la moda y el comercio de mujer, ya que mi madre regentaba una pequeña tienda en el pueblo en el que vivíamos. Podría decirse que todos mis recuerdos transcurren entre almacenes, muestrarios y, en definitiva, dentro de una tienda.

Lo cierto es que a los 16 años y cuando Facebook ya llevaba unos añitos existiendo, me di cuenta de que las tiendas empezaban a abrirse una cuenta en esta plataforma, entonces hablé con mi madre y le dije “Oye mami, que necesitamos modernizarnos, tenemos que hacerle un Facebook a la tienda”. ¡A ella le pareció genial! Entonces me puse manos a la obra y empecé a gestionarlo. Os digo que me quedé alucinada... Empezamos a hacer envíos a todas partes de España, imaginaros lo que era para nosotras, que jamás habíamos vendido algo que no fuese en nuestra tienda física. Y yo, con 16 añitos estaba ya enganchándome a este mundillo.

Soy de las que piensa, que para dedicarte a este sector tiene que gustarte la moda, pero también todo lo que implica el sector de la venta, el comercio en definitiva y a mi me encantaba. Disfrutaba muchísimo asesorando a clientas, preparando envíos, subiendo fotos, etc. Abrirnos redes sociales por aquel entonces fue un cambio radical en nuestro negocio y las ventas se incrementaron notablemente. Tanto que había días que nos dolían los dedos de subirle las cremalleras a tantas clientas, entonces entre mi madre y yo surgió una frase para referirnos a los días de buenas ventas y nos referíamos a ellos como "los días de dolor de dedos".

A los 18 años empecé a estudiar Odontología a la vez que ayudaba a mi madre en nuestra tienda y concretamente en el segundo curso, mi madre enfermó y a los pocos meses falleció. Como es fácil de imaginar, esto supuso un cambio radical en mi vida. Me trasladé a la universidad de Santiago de Compostela para poder estar más cerca de mi familia (ya que por aquel entonces estudiaba en Asturias) y gestionar nuestro negocio, que necesitaba de mis atenciones más que nunca. Soy la única mujer de mi familia y nuestro negocio era de mujeres, dependíamos totalmente de lo que hiciese yo a partir de ese mismo momento.

Compaginé mis estudios con la tienda y aunque fue duro, cada día me gustaba más y más. Pero estaba resultando agotador, no había podido pararme a descansar y asimilar el cambio tan brutal que había dado mi vida cuando tan solo tenía 20 añitos, así que me empezó a pasar factura, nada iba bien en mi interior ni en mi mundo, a excepción de nuestro negocio, que aunque parezca mentira, iba mejor que nunca. Pero llegó un punto en el que la situación se hizo insostenible, tenía que tomar una decisión, “mis estudios o la tienda”. Tomé la decisión de bajar marcha, acabar la carrera tranquila, alejada de cualquiera otra preocupación que no fuese estudiar, cuidarme a mi misma y sanarme.

A la vez que tomé esta decisión, tomé otras dos: que al terminar la carrera abriría mi propia tienda y que adoptaría un perro (que es otra de las cosas que siempre había querido).

Y la cosa fue más o menos así. Un poco antes de terminar la carrera llegó mi compañera de vida, mi perrita Conga que dio luz a mi vida y en 2021 llego Góvel, la tienda que tanto ansiaba y de la que tanto había hablado a la gente que me rodeaban durante  más de cuatro años (Bendita paciencia la de mi gente ¡Os quiero! ). La tienda que desearía haber compartido con mi madre.

¿Cómo es Góvel? Tenía claro que Góvel tenía que tener presencia online, pero también física. Así que a mi novio se le ocurrió la “genial” idea de hacer la obra nosotros mismos. Si te soy sincera, no teníamos otra opción, ya que el dinero brillaba por su ausencia, prácticamente solo tenía lo que había ahorrado mientras trabajaba de azafata de eventos mientras hacía la carrera y lo típico que ahorras mientras eres adolescente para comprarte un coche cuando cumplas los 18 (sobra decir que el coche no me lo pude comprar).  Supuso un gran esfuerzo, pero también un gran ahorro. Y la verdad es que después de todo el mimo, ilusión y trabajo podemos decir que quedamos muy satisfechos.

Si has llegado a esta parte, ya te habla la María de 28 años y no la de 25 de ahí arriba. Y te digo que a veces me pregunto "¿Dónde me he metido?", pero después veo a mis clientas, la gente que me apoya y veo la trayectoria de mi pequeño Góvel, mis logros y me digo " seguro que merecerá la pena sufrir ahora para poder vivir de lo que te apasiona el resto de tu vida".

Te mentiría si te dijese que esto ha sido o está siendo un camino de rosas... Todo lo contrario. He sufrido lo que no está escrito por este sueño y negocio, he llorado, he estado noches sin dormir y recorro este camino muy en solitario. Pero ¿sabes qué? Suena a típico, pero no me quería quedar con las ganas y sabía y sé, que nunca volvería a ser tan joven y tan apasionada. Si esperase el momento perfecto, creo que nunca llegaría a hacerlo, porque el momento perfecto es muy difícil que se de.

Y así de intensa, sincera y chapas soy yo... Pero tenías que saber todo esto para poder entender Góvel, porque todo lo que lo rodea es amor, esfuerzo y lucha.

¿Cuál es la filosofía de Góvel? En Góvel encontrarás colecciones en constante cambio, prendas que son sinónimo de modernidad, sensualidad, frescura y fáciles de combinar o llevar en ocasiones especiales. Además, a unos precios accesibles para todos los bolsillos (algo que creo que pensamos que es importante para todas). Vestidos para tus eventos desde 40€.

Trabajo a diario para que disfrutes de tus compras con la mayor brevedad posible y siempre, siempre voy a buscar que tú estés contenta ¿Por qué? Sencillo, si tú estás contenta, yo estoy contenta y si las dos estamos contentas, la rueda de Góvel puede seguir girando. Es por ello que en Góvel devolvemos el dinero (nada de vales), tenemos tooodos los métodos de envío del mercado, ofrecemos envíos gratis, enviamos a toda España (sin excepción), Europa y EE.UU . Además, estamos muy concienciados con que no todos los cuerpos son iguales y que para saber si algo te gusta, primero debes probártelo. Es por eso que dispones de 14 días para solicitar el reembolso de tu compra si es lo que deseas.

Ahora que ya nos conocemos un poco y sabes la historia de Góvel, solo quería decir que espero que disfrutes de este proyecto tanto como yo, porque cada detalle, cada colección, absolutamente todo, está inspirado en mi madre y elegido con mucho mimo y dedicación por mí. Espero de corazón que te guste y que me acompañes en esta aventura tan soñada.

Dicho esto… ¿Por qué no echas un vistazo?